Los parásitos en los caballos

Los parásitos intestinales producen muchos problemas en los caballos. Muchos de ellos son conocidos por los propietarios y otros no. 

Los signos clínicos son:

Para desparasitar correctamente a un caballo hay que tener en cuenta diversos aspectos:

  1. Peso de nuestro caballo: casi siempre si no se dispone de los elementos de medida adecuados ( báscula o cinta de peso) el peso calculado por el propietario es inferior al que realmente es. Normalmente suele haber un error de cálculo de 200-300 kg. La dosis del antiparasitario va relacionada con el peso. Si administramos a un caballo que pesa 600kg una dosis para un caballo de 400kg, no estamos haciendo nada.
  2. Especie de parásitos que alberga el caballo: cada especie de parásito es sensible a una molécula determinada. En el mercado habitual (casas de pienso, internet…), hay muy poca variedad de moléculas disponibles que tratarán cada una de las especies de parásitos que se encuentran en nuestros caballos. Con lo que al final si no se utilizan los productos adecuados estaremos administrando unos productos que no son eficaces.
  3. Edad del caballo: cada grupo de edad tiene unos parásitos que son más comunes, por ejemplo: las Tenias son muy frecuentes en caballos jóvenes. Hay productos en el mercado que combinan la Ivermectina y el prazicuantel, que tienen un elevado coste económico, y son usados en caballos adultos; siendo que es poco probable que tengan este tipo de parásitos.
  4. Producto antihelmíntico que usamos por última vez: casi todo el mundo sabe que hay que ir cambiando de producto usado en la última desparasitación para evitar las resistencias. El problema viene cuando en las tiendas sólo disponen de dos o como mucho tres moléculas con las que ir rotando. Además, es posible que el tipo de parásitos que tiene nuestro caballo sólo sea sensible a una de las moléculas que están disponibles en la venta habitual al público. Con lo que lo estamos desparasitando sólo una vez de cada dos o tres con el producto adecuado en el mejor de los casos, y al final se termina generando resistencias de igual modo.
  5. Frecuencia con que debemos desparasitar el caballo: no es lo mismo un potro, que un caballo adulto estabulado; que un caballo que vive en el exterior en un parque con más caballos. El riesgo de infestarse por parásitos varía en función de la situación inmunológica, exposición al parásito etc.
    En función de cada caso puede ser necesario desde dos desparasitaciones al año hasta cuatro o incluso más.
  6.  Estación del año: es en la primavera y en el otoño, cuando las hembras de los     parásitos se encuentran en la fase reproductiva, siendo entonces cuando mayor población de parásitos existe. Es por ello que es más eficaz desparasitar en estas estaciones y no en otras.

La  desparasitación del caballo requiere tener todos estos factores en cuenta además de conocer la epidemiología de los parásitos según las regiones en las que nos encontremos. Si no tenemos en cuenta todos estos factores es muy posible que la eficacia de la administración del producto antihelmíntico se vea reducida en el mejor de los casos y que se creen resistencias en el peor de éstos. 

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