Los caballos, al igual que las personas, tienen problemas dentales que pueden llegar afectar a su salud y por supuesto a su rendimiento.
Es necesario que un veterinario especializado en odontología equina o lo que es lo mismo un dentista equino (en España es un delito ejercer odontología equina si no eres veterinario) revise habitualmente la boca de nuestros caballos. Del mismo modo que en las personas es necesaria una revisión anual, en caballos también es aconsejable aunque los problemas en una y otra especie sean distintos.
Los caballos que se encuentran en estado salvaje suelen tener bocas sanas en cambio, los caballos estabulados tienen muchos más problemas que requieren el cuidado de un dentista equino. El motivo es el modo en que funciona la dentición equina. Los caballos, al contrario que humanos y otros carnívoros y omnívoros, tienen una dentición que va erupcionando y se va desgastando a lo largo de toda su vida. Para que no haya problemas tiene que desgastarse tanto diente como erupciona. Lo que ocurre en estabulación es que ese equilibrio se rompe. Erupciona diente a una velocidad mayor a la que se desgasta. Esto es así porque el diente del caballo necesita ser desgastado durante unas 16 horas al día para que ese equilibrio sea adecuado. La mayor parte de las veces los caballos estabulados comen 2-3 horas al día en el mejor de los casos, pero los dientes siguen creciendo. Este equilibrio en cambio sí que se puede mantener en los caballos salvajes. Pastan durante unas 16 horas diarias, y el tipo de alimento suele ser pasto. Es húmedo y a diferencia de forrajes secos y pienso, permite que el movimiento de la mandíbula sea completo. Es por ello, que una alimentación a base de pasto fresco y en cantidades adecuadas permite un desgaste adecuado.
La mayoría de los caballos que se encuentran estabulados no tienen la posibilidad de experimentar un desgaste fisiológico correcto. Es por ello, que es necesario que el exceso de diente y el que se ha desgastado incorrectamente sea “desgastado” por un profesional de la odontología equina; en el caso de nuestro país: el veterinario especializado en odontología equina o dentista equino. Para ello, es necesario disponer de unos raspadores manuales y/o eléctricos concebidos para tal fin.
Es necesario comenzar con las revisiones lo antes posible, pues la mayoría de los problemas de desgaste empiezan en los animales jóvenes (normalmente de 5 años en adelante). Así que el mito de que un caballo necesita una revisión dental cuando ya tiene unos 10 años en adelante es falso. Cuando llega a esta edad lo que sucede es que arrastra el problema durante al menos 5 años, será más complicado de solucionarlo y encima su calidad de vida y rendimiento funcional ha sido peor.
He conocido ganaderos que revisan habitualmente las bocas de los caballos de su ganadería. El argumento es que un arreglo dental es más económico que la comida que se desperdicia al cabo del año por no tener esa boca arreglada. Obviamente, si sólo se tiene un caballo y te desperdicia un 40 % de la comida que le das pues igual no te arruinas pero si en lugar de uno, tienes 30 caballos entonces a lo mejor estás tirando mucha comida que luego se la comen los pajaritos,… o lo que es lo mismo, dinero que se tira por la taza del WC.
Pongamos un ejemplo:
Un caballo de peso medio en España pesa unos 500 Kg. Sus necesidades de mantenimiento sin tener que hacer excesivo ejercicio son de unos 5 kg diarios de cereal sin contar con el forraje. Esto quiere decir que en condiciones óptimas debe comer unos 150 kg al mes de pienso. Al año necita unos 1800 kg de pienso en una situación ideal en la que no hay problemas dentales. En tema de euros, puede suponer 432 euros al año, sólo en pienso.
Si este caballo tiene mal la dentición, supone que dejará de aprovechar un 35% del pienso en el mejor de los casos. Para que tenga una condición corporal adecuada habrá que suplementar esa pérdida de eficiencia con más kilos de pienso. Es decir que pasaremos de gastar 1800 kilos de pienso al año a 2430 kilos al año. Todo esto traducido en euros supone unos 585 euros al año. Con la diferencia: 153 euros al año, lo puedes invertir en un arreglo dentalen caso que sea necesario( 100 euros en MLG Servicios Equinos, nuestra empresa) y aún te sobra dinero. Este cálculo sólo es para el pienso, ocurre lo mismo con el forraje, teniendo en cuenta que es más caro que el pienso y se le debe de dar mayor cantidad nos daríamos cuenta de la cantidad de dinero que se tira a la basura al año por no tener la boca revisada y arreglada. Esto no supone una pérdida que vaya a arruinar al propietario de un caballo, aunque con ese dinero se pueden hacer otras cosas; pero para una ganadería con muchos animales las pérdidas se deben multiplicar por la cantidad de animales que tienen y aquí sí que puede marcar una diferencia entre una ganadería más rentable y otra menos.